La impresión 3D es una tecnología que utiliza un diseño asistido por computadora (CAD) para crear objetos 3D mediante el método de capas conocido como fabricación aditiva.
Los objetos impresos varían en forma, tamaño, rigidez y color. Hoy en día, esta tecnología se utiliza para construir casas, carros, piezas para aviones e incluso comida.
En medio de la crisis sanitaria, los equipos médicos y suministros de protección personal se agotaron a nivel mundial, por lo que recurrieron a la tecnología para resolver este problema de escasez. A su vez, también se pudo fabricar las piezas de repuesto para ventiladores dañados en poco tiempo.
Por lo que la impresión 3D está más cerca de lo que crees y para entender su alcance, primero entendamos cómo funciona.
Antes de imprimir, todos los objetos deben diseñarse mediante el diseño asistido por computadora que es la creación y modificación de un diseño en programas de dibujo 2D y de modelado 3D. Este software permite que el objeto o producto se diseñe hasta el último detalle.
Se trabaja desde cero a partir de materiales, como plástico fundido o polvos que imprime el objeto capa sobre capa con herramientas de precisión hasta que el objeto tome forma y se vea exactamente como fue imaginado.
Su precisión, rapidez y flexibilidad extrema permite que se imprima cualquier cosa. Las impresoras 3D se pueden utilizar en prácticamente todas las industrias.
De hecho, las compañías de todo el mundo emplean impresoras 3D para crear sus prototipos en cuestión de horas, en lugar de perder meses de tiempo y gastar millones de dólares en investigación y desarrollo.
En la industria de la construcción se utiliza para imprimir casas completas, así como también, en el sector de la salud se imprimen piezas de repuestos para los ventiladores utilizados en los hospitales para pacientes con COVID.
La gigante Adidas introdujo en el diseño de sus zapatos suelas de carbón. Hasta hace 2 años las impresoras 3D les tomaba alrededor de 2 horas para imprimir las suelas ahora se demora 30 minutos logrando que los costos de producción se reduzcan considerablemente.
La compañía imprime más piezas en 3D que cualquier otro fabricante del mundo, permitiendo que esta industria que, genera 10 mil millones de dólares anuales, pase a generar 300 mil millones.
Otro sector que utiliza la impresión 3D es la comida. Las impresoras se superponen con ingredientes en puré reales, como pollo y zanahorias, para recrear los alimentos. Son totalmente seguros para comer siempre y cuando la impresora esté completamente limpia y funcione correctamente.
Aunque siguen siendo relativamente lentas en cuanto a la impresión de alimentos, por ejemplo, una pieza detallada de chocolate tarda entre 15 y 20 minutos en imprimirse, pueden crear de todo, desde hamburguesas hasta pizzas e incluso casas de pan de jengibre.
Por último, en un futuro cercano tendremos órganos y extremidades protésicas impresos en 3D. Los médicos e ingenieros trabajan juntos para desarrollar la próxima ola de tecnología médica que puede crear corazones, riñones e hígados desde cero.
En este proceso, los órganos se modelan (diseñan) primero en 3D utilizando las especificaciones exactas del cuerpo del receptor, luego se imprime una combinación de células vivas y gel de polímero (mejor conocido como bioink) capa por capa para crear un órgano humano vivo.